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jueves, 26 de enero de 2023

TEMPUS FUGIT

 

TEMPUS FUGIT

En la actualidad, la mayor parte del tiempo, vivimos una vida de la cual casi no somos los protagonistas, pues la mayor parte del tiempo dejamos de ser nosotros mismos para acatar las normas de un trabajo que nos permite pagar facturas y nos ayude a sobrevivir en un mundo tan, a veces, falso  que incluso tememos ser la persona que somos simplemente por no hacer daño a otra persona o no perder una amistad con un comentario que pueda herir a otra persona. Tampoco, somos casi dueños del escaso tiempo libre que nos queda cuando regresamos  casa después de un duro día de trabajo porque llegamos tan casados que preferimos descansar para recuperar energías para el siguiente de una misma rutina monótona.

De los siete días de la semana la pregunta es ¿Qué tiempo de libertad dedicamos a nosotros mismos? Hay gente que responderá… El domingo, pero, sinceramente, creéis que después de todo ese sacrificio que realizas ¿Te mereces solo un día en el que quizás tampoco lo disfrutes como mereces?

Quizás, en algunos aspectos, nuestra sociedad y nuestras costumbres hayan involucionado hacia el hecho de que nuestro comportamiento se más autómata y menos libre, porque nos estamos volviendo en máquinas que actúan según la situación y el contexto.

Si tu vida terminase, de repente, en este preciso instante ¿Habría merecido realmente haber vivido cada instante de ella o te arrepentirías de no haber aprovechado mejor tu tiempo?

Existen en literatura dos términos latinos ligados a la literatura barroca y serían los siguientes: “Tempus Fugit” (el tiempo se escapa) y “Carpe Diem (saborea cada instante como si fuese el último).

Tal vez, vivimos en un mundo con prisa, sin casi tiempo para nosotros mismos, pero pienso que debemos valorar y disfrutar cada instante que nos brinda el regalo de la vida, aunque, a veces, duela y nos golpee hasta tumbarnos, o hasta perder las ganas, pero siempre hay que levantarse y luchar. Debemos valorar más a la persona que somos pues somos nuestro principal compañero en este viaje de la existencia. Hay que decir lo que piensa siempre con respeto y dedicarnos más tiempo a disfrutar de nosotros mismos.

Ahora, detente un instante y piensa lo siguiente: ¿Qué queda en ti de niño o la niña que solías ser?, ¿Dónde olvidaste parte de esa ilusión por divertirte de tu infancia? y sobre todo ¿Cuándo fue la última vez que te divertiste como entonces? y ¿Cuándo fue la última vez que dijiste algo que pensabas sin temor a perder la amistad con alguien?

Todavía, estamos a tiempo de rescatar lo que cuanto queda de nosotros y recuperar aquello que fuimos, porque de lo contrario, y como planteaba Francisco de Quevedo a lo largo de su obra poética, la muerte será lo único real en un mundo de apariencias.


Autor: José Sánchez Llamas.

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