EXILIADOS DEL CIELO
Abatidos, en mitad de
la tormenta,
la pasión nos condenó
a perder las alas,
a besar el suelo y
adoptar emociones humanas,
a afrontar la
búsqueda de nuestra piel
mientras olvidamos
que ya nos conocíamos.
Al encontrarnos, nuestras
almas
se recuerdan, se
saludan desde un balcón
de miradas y sueñan
con precipitarse
en mitad de un sueño
enamorado del deseo,
pero todo esto nos
supera, y pensar en ello
te vuelve loca, como
yo lo estoy de ti.
De nuevo, regresa la
tempestad
y la vida vuelve a
golpearnos,
entre relámpagos y
truenos reaparece la lluvia,
para alejarte de mí
como el sol de mis mañanas
y en mitad de la
noche despierto
otra vez solo.