NI MUERO NI ME MATA
Ni me muero ni me
mata la frágil debilidad
de la piel de tus
manos recorriendo mi cuerpo.
Ni muero ni te mato a
golpe de labio
estrellando nuestras
bocas
en un accidente
provocado.
Ni muero ni me mato
cuando se desvanecen tus pasos
con la triste melodía
de tus tacones
sobre la acera.
Ni muero se matan las
ganas de devorar recuerdos,
afligido, en el
rincón de extrañarte.
Ni muero te mata saber
que este loco
ya no muere ni se
mata por ti.
Autot: José Sánchez Llamas.
Ni muero te mata saber que este loco
ResponderEliminarya no muere ni se mata por ti.