FUGAZ AVENTURA
Me alojé en su piel
aquel verano de un invierno
en el que solíamos
coincidir
bajo el mismo
firmamento
que contemplaba
nuestro amor pasajero.
Fui capaz de
pervertir su infierno
siendo esa travesura
de que pintaba
sus noches de color
amor intenso,
vistiendo sus labios
con la pasión
del santo pecado y
dejando en los míos
su sabor infiel.
Desapareció de mi
vida al otoño siguiente,
en el ocaso de
nuestro instinto,
cuando la maldita
cordura
golpeó su mundo para
devolverla
a los brazos que
había traicionado
con el calor de mis
abrazos,
dejando mi piel
huérfana de cariño
y con la mirada
perdida en el horizonte infinito,
contemplando las
mismas estrellas
que fueron tímidas
testigos palpitantes
Me alojé en su piel aquel verano de un invierno
ResponderEliminaren el que solíamos coincidir
bajo el mismo firmamento
que contemplaba nuestro amor pasajero.