PROCESIÓN DE UN ENTIERRO
Por allí viene, a
paso lento,
la procesión de un
entierro,
desfilando en
silencio,
marcando un ritmo de
tristeza y
lágrimas contenidas,
con la mirada perdida
hacia el infinito,
intentando alejar las
musarañas
moradoras de la
mente,
buscando una
respuesta
a algo intangible.
Toda la vida que guía
los pasos de la muerte
hacia el camposanto
deja que ésta le
arrebate una parte
de su frágil
humanidad,
dejando desnudo al
ser de fuerzas
para resistir la pena
implícita.
Por allí viene, en
calma,
el cadáver del hombre
que fui.
Autor: José Sánchez Llamas.
Toda la vida que guía los pasos de la muerte
ResponderEliminarhacia el camposanto
deja que ésta le arrebate una parte
de su frágil humanidad