TU ZONA DE CONFORT
Cuando ya no te queda
nada y miras al horizonte
buscando una razón y
respuesta a la plegaria de tu derrota,
me encuentras volando
en el paraíso infinito de tu fantasía.
Tal vez, sólo sea un
cuervo negro más que mancha
de oscuridad tu
cielo, como un recuerdo a olvidar
de una mañana ideal,
pero, tú y yo, sabemos que me ves
y me piensas, me
sientes más allá del poder que frena
tu voluntad de quererme…
pero sólo soy ese
heraldo inesperado
que aparece cuando no
estás contenta con tu vida,
cuando se baja el
telón de ficción que muestras al mundo,
cuando llegas a casa
y te quitas el maquillaje,
y tu mirada busca un
pensamiento frente al espejo
preguntándote por mí.
A día de hoy,
continúas con la rutina de vestirte para otro,
de soportar su
tediosa y molesta compañía,
de aguantar sus
aburridas noches en las que me llama a gritos
la voz de tu insomnio
cuando él duerme y descubres
que no es ésa la vida
que quieres para ti,
pero sigues sin el
valor de renunciar a tu triste zona de confort,
asumes las
consecuencias de optar por el camino fácil
con la amargura de
encontrarme en cada emboscada
donde tu imaginación,
abatida por sorpresa,
descubre que aún me
ama.
Autor: José Sánchez Llamas.
A día de hoy, continúas con la rutina de vestirte para otro,
ResponderEliminarde soportar su tediosa y molesta compañía,
de aguantar sus aburridas noches en las me llama a gritos
la voz de tu insomnio cuando él duerme y descubres
que no es ésa la vida que quieres para ti