DOS AMANTES ESPONTÁNEOS
Mis versos desvestían
el delicado tacto que arropaba su piel
en cada caricia de
sus dedos contra el papel
de mi poesía desnuda,
y fuimos dos amantes espontáneos
en la eternidad del
más silencioso suspiro
que jamás escuchó el
mundo.
Autor: José Sánchez Llamas.
Mis versos desvestían el delicado tacto que arropaba su piel
ResponderEliminaren cada caricia de sus dedos contra el papel
de mi poesía desnuda