AGÓNICO Y DECADENTE
Hoy, esta pluma
derrama la tinta de mi sangre
vertiendo versos sobre
un infinito de ausencia,
porque he visto
perecer mil noches al renacer el día,
y en mi desvelo
velaba por ti.
Amor, duele tanto
tenerte lejos...
que la cadencia
arrítmica de mis latidos
entona un silencio en
señal de duelo
entre cada palpitar,
agónico y decadente,
de aquel corazón que,
aún hoy, se entristece
Amor, duele tanto tenerte lejos...
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