EL DESENCUENTRO DE NUESTRO ENCUENTRO
En mi libertad más
libertina me abandoné al abandono
de esta ebria
abstinencia de ti, mientras, sentía
como mi mente
enterraba tu recuerdo
como la sombra de un
cigarrillo que se apaga
sepultado por sus
cenizas,
y bajo una lámpara
coja que escoge su tono de luz
te escribía mis
silencios más secretos,
y mis confesiones más
públicas.
En medio de esta
tempestad de tiempo
te convertías en un
relámpago de inspiración marchita,
eras aquel enjambre
fugaz de luz al que perseguía
una triste idea de
vacía soledad
en mitad del más gris
de mis días...
Siempre olvido el
desencuentro de nuestro encuentro
para recordar nuestro
comienzo
como esa lluvia
fresca de sensaciones
que regaba los campos
de nuestra piel
con la esperanza del
mañana
y los sueños de
nuestro pasado, aún hoy,
tan presentes.
Autor: José Sánchez Llamas.
Siempre olvido el desencuentro de nuestro encuentro
ResponderEliminarpara recordar nuestro comienzo