CARTA SINCERA
Hoy quiero que escuches de mis labios las palabras
que desearías escuchar en otra boca, mirando otros ojos
que no son los míos, pero no puedo cambiarme por él
aunque quiera, ni él siente por ti lo que yo siento.
Y en este triángulo gira el amor sin tener un destino fijo
donde descansar y reposar de tanto girar.
No puedo negar lo que siento por ti, porque es demasiado evidente
que me gustas con locura, la suficiente para atreverme a decirte esto.
Sé que me vuelves loco, y que tengo tanta sed de ti que tal vez
no se saciaría ni contigo, sé que no puedo sacarme tus ojos de mi cabeza aunque intente borrarte y desterrarte de ella, siempre terminas regresando a mis sueños y con ellos vuelvo recordarte.
Sé que tal vez después de escuchar esto ya no quedará entre nosotros
ni el esclavo beso de saludo y despedida, porque tal vez, tras saberlo
decidas irte aunque yo no quiera que te vayas.
Reconozco que no puedo seguir así, amándote y disimulando que te amo, soñándote y fingiendo que te olvido, odiándome por sentir lo que siento, y no tener, a veces, el valor para decírtelo por miedo a perderte de mi vida. Y sin embargo, aquí me ves, con la venda de tu nombre sobre mis ojos, esperando que tras mi confesión me condenes al fusilamiento de tu adiós.
Autor: José Sánchez Llamas.
Reconozco que no puedo seguir así, amándote y disimulando que te amo, soñándote y fingiendo que te olvido, odiándome por sentir lo que siento, y no tener, a veces, el valor para decírtelo por miedo a perderte de mi vida. Y sin embargo, aquí me ves, con la venda de tu nombre sobre mis ojos, esperando que tras mi confesión me condenes al fusilamiento de tu adiós.
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