UNA PRIMAVERA TRISTE
Anticipando el
trágico sentir de una
primavera triste, brotaron
en el jardín
de mis ojos, tímidas lágrimas
impotentes, como
pasionales heridas
de sangre que el
tiempo no cicatriza
y en un revolotear de
sueños
expiró la magia que cubría
este diente de león,
al que pedí
el deseo de
encontrarte.
Autor: José Sánchez Llamas.
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