TERRITORIO PROHIBIDO
Después de luchar y
perder,
cuando has caído
infinitas veces
descubres que, a
veces, la vida
se olvida de recordar
que el suelo es
territorio prohibido
para los pies de un ángel,
porque aparecen para
iluminar tu oscuridad
mientras tratas de
descifrar la fe de sus manos
y cuando desaparecen
te das cuenta de que,
finalmente, echarlos
de menos es una costumbre
que el tiempo agravó.
Autor: José Sánchez Llamas.
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