LA MAGIA DE UNA JUVENTUD
En aquellos días,
éramos culpables
de la inocencia de
enamorarnos y
recuerdo el placer de
surcar sus manos
como una invasión que
atropellaba la piel
en cada delicado
contacto silencioso
de la voz de todos
los sentidos,
porque estar con ella
era la magia
de una juventud que
el presente extraña
cada vez que nos
encontramos
y nuestras miradas
siguen
un rumbo diferente.
Autor: José Sánchez Llamas.
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