PERDIDOS EN UN BESO
Podemos perdernos en
un beso
y en su contexto
histórico,
en aquella razón
primera
que nos provocó,
manteniendo traviesas
nuestras manos,
cerrando los ojos
ante la proximidad de
nuestros rostros
buscando ese instante
íntimamente adecuado
en el dejar que se
acaricien nuestros labios,
que se abracen y se
muerdan locos de deseo…
Podemos perdernos en
la magia
de esa fantasía
adorablemente húmeda,
inesperadamente
prolongada
de ese primer beso
ansioso
en el sucumbe la piel
al contacto
de toda esa pasión
que guardamos
para entregarnos en
un beso,
y morir lentamente
en su posterior
suspiro.
Autor: José Sánchez Llamas.
ResponderEliminarPodemos perdernos en un beso
y en su contexto histórico,
en aquella razón primera
que nos provocó