SANGRA MI DOLOR
Mis labios fueron
testigos sonoros de tus besos mudos,
secretos confidentes de
nuestro ciego encuentro
en el que nos
dedicamos a reconocer el tacto sereno
de la piel ajena y
las caricias sinceras de una pasión desbordada
por el deseo preso en
nuestros cuerpos extraños.
Mi boca guarda fresca
la cicatriz de tus últimos besos,
el dolor amargo de
aquella despedida apresurada,
aquel adiós sin
palabras que dijo tu mirada,
y en el viento sólo
quedó silencio...
callaron las hojas y
las aves mientras te lloraba mi tristeza
y en aquel mudo
intento por hablarte...
Sólo pude callar...
Al día siguiente,
volví a encontrarte y comprendí
que amarte es mi rosa
y sus espinas tu rechazo,
sin embargo, no puedo
evitar amarte en cada pétalo,
en cada aroma, en
cada espina...
Aunque, a veces,
sangre mi dolor.
Autor: José Sánchez Llamas.
volví a encontrarte y comprendí
ResponderEliminarque amarte es mi rosa y sus espinas tu rechazo,
sin embargo, no puedo evitar amarte en cada pétalo,
en cada aroma, en cada espina...
Aunque, a veces, sangre mi dolor.