AQUEL QUE SIEMPRE TE ESCUCHÓ
Dejé que hablara su
voz callada
y su mudo silencio
contestó a mi mirada,
me hablo de cada uno
de los canallas
que no la supieron
cuidar,
que nunca la
apreciaron lo suficiente,
que jamás la
escucharon...
Me habló de cada batalla,
de cada derrota, de cada atropello y falta de respeto,
de cada crimen
siempre con la misma víctima,
de cada beso que
nunca dio,
de cada apoyo a quien
no se lo merecía
que siempre
ofreció...
Su tácita quietud me
hablo de las veces
en las miraba al
infinito buscando una salida,
una respuesta que
nunca tuvo,
una voz amiga en la
que poder confiar.
Dejé que hablara su
voz callada
y su mudo silencio
contestó a mi mirada
y me habló de ella.
Autor: José Sánchez Llamas.
Dejé que hablara su voz callada
ResponderEliminary su mudo silencio contestó a mi mirada
y me habló de ella.