LAS LÁGRIMAS DE UNA ROSA
Vistió la rosa sus
pétalos de rocío
para verter sus
lágrimas una mañana,
y sollozar por ella gotas
de fría tristeza
que inundan su piel y
la arropan con su pena,
meciendo esta
melancolía bucólica de primavera.
Y la rosa lloró...
las lágrimas que
nunca me atreví a derramar,
el lamento silencioso
que tantas veces imploré
jurando al hombre que
soy que nunca decaería...
y caí...
en aquel clamoroso
abismo de sentimentalismo fracasado
que dejó tu ausencia
inundando mi vida,
encallando recuerdos
en cada arrecife
de locura transitoria
en los que solía naufragar
y gritar tu nombre
con la voz de un suspiro.
Todavía me maldigo
por aquello...
Por necesitar tanto
tiempo para asumirlo,
por torturarme tanto
contigo,
por esperar algo que
nunca llegó.
Por eso odio la
primavera,
por su tiempo, y por
sus rosas,
porque ellas se atrevieron
a llorar
cuando yo no pude.
Autor: José Sánchez Llamas.
en aquel clamoroso abismo de sentimentalismo fracasado
ResponderEliminarque dejó tu ausencia inundando mi vida,
encallando recuerdos en cada arrecife
de locura transitoria en los que solía naufragar
y gritar tu nombre con la voz de un suspiro.