LETARGO PERVERSO Y TRAVIESO
Sigo en ti, entre los
restos de mi último beso
que ansían
convertirse en un superviviente
de tus labios. Sigo,
en la memoria de trazo lento
que surca tu piel
cuando recuerdas mis manos,
en ese silencio acompañado
de una sonrisa
cuando pronuncias mi
nombre, en ese precipicio
de horas sin mí
soñando conmigo.
Sigo en el letargo
perverso y travieso de cada noche,
en la luz de tu
oscuridad, en la llama que aviva
las ascuas de una
pasión herida.
Sigo tatuado en el
alma de tu pecho, cuando decides
olvidar las razones por
las que me amaste.
Autor: José Sánchez Llamas.
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