EL ÚLTIMO DUELO
Sálvame Dios de la
ira de los hombres que asesiné
con mis palabras, y
enterré en la frontera que existe
entre lo cotidiano y
el olvido.
Ahora cabalgo guiado
por el amanecer
hacia otro nuevo
horizonte.
Alejado de la mano de
la mano de la fe
gasté las últimas
palabras de mi revólver
en el cráneo de mi
última víctima pasiva.
Guarda mi alma
condenada lejos
de la ciudad del
diablo, donde Lucifer
es el alcalde y dueño
de todo lo que alcanza
la vista del deseo...
Gobierna en la ciudad
prohibida,
donde tengo deudas
por pagar,
donde tengo cuentas
que ajustar...
Hoy no moriré con el
recuerdo de lo que soy,
porque pienso luchar
mientras quede un soplo de vida
en mi cuerpo por
seguir siendo el hombre que soy,
porque pienso matar con
mis palabras antes que morir con ellas
para no tener que callar a la voz de mi conciencia.
Hoy
nos enfrentaremos cara a cara, puño a puño,
letra
a letra, y palabra a palabra al caer la tarde.
Sólo
te pido que mientras sople el viento sepas que mi alma es libre,
que
me recuerdes como soy si caigo,
y
que no reclames este alma condenada,
que
perdió la vida por deudas en un juego con la muerte.
Autor: José Sánchez Llamas.
Hoy nos enfrentaremos cara a cara, puño a puño,
ResponderEliminarletra a letra, y palabra a palabra al caer la tarde.
Sólo te pido que mientras sople el viento sepas que mi alma es libre,
que me recuerdes como soy si caigo,
y que no reclames este alma condenada,
que perdió la vida por deudas en un juego con la muerte.