CARTA DE UNA AUSENCIA
La vida es ebrio
sueño de realidad que, a veces,
se convierte en
pesadilla por momentos.
Yo vivo de ti, y con
tu irrealidad alimento mi fantasía.
Construyo sueños
llenos de ilusiones
en los que despliego
mi magia imaginaria,
y sonriendo a la nada
te veo entre luces
de esperanza y deseo.
Yo devoro sueños, y
de ellos se alimenta el alma mía.
Entre los dientes
guardo restos de la última cena,
de la última emboscada
de mordiscos a la irreal fantasía.
Rabioso de silencio
te busco, como un animal enfermo,
como un perro de
nadie que el tiempo agota y derrota.
En las noches más
oscuras me adentro en el abismo
de la locura, para
buscar esa luz que me indique un camino,
pero siempre termino
perdido entre sombras
y fantasmas vidas
pasadas.
Hoy te escribo desde
mi infierno maldito,
desde la cárcel que
tiene presos a mis sentidos,
y en su ausencia
construyo esta carta con la
tinta de mi martirio
y condena...
con la espina de una
rosa trazo las letras,
y con mi sangre
derramada se forman estas palabras.
Este grito de cordura
de un hombre que vivió, amó,
y a perder ese amor
murió en vida y enloqueció.
Autor: José Sánchez Llamas.
La vida es ebrio sueño de realidad que, a veces,
ResponderEliminarse convierte en pesadilla por momentos.