HAY COSAS QUE NUNCA CAMBIAN
Acabo de quemar toda
mi poesía de juventud.
Se esfuman en el viento
las últimas cenizas
de aquellos versos
primerizos que escribía a escondidas
alejado del mundo y
encerrado en mi propio mundo.
He perdido las letras
pero no las ganas de seguir sintiendo,
de seguir
experimentando, de seguir viviendo...
Y sin embargo, siguen frescos en mi mente los recuerdos
de mis primeros
amores, de cómo perseguía chicas
como un loco
atormentado por su enamoramiento
y ebrio de
romanticismo...
Aún conservo
recuerdos de mis primeros besos,
de cómo conseguía mis
primeros trofeos
alojados en los
labios adolescentes e inmaduros.
Mi piel sigue
sintiendo, a veces, el fantasma
de las caricias
ausentes, de los deseos derrochados
y aprovechados...
Sigo sintiendo cómo
antes, pero con más experiencia,
con más cicatrices...
Continuo escribiendo
y buscando a mi musa entre letras,
sentimientos, deseos
y sobre todos anhelos.
Todavía sigo buscando
si tras una estrella
se esconde un corazón
compatible con el mío.
Avivé el fuego de mi
pasado abrasando mi propio pasado,
pero sigo sin
renunciar a lo que fui y lo que soy,
porque en el fondo...
HAY COSAS QUE NUNCA
CAMBIAN.
Autor: José Sánchez Llamas.