TU GUERRA Y LA MÍA
Hoy caí en el
prisionero abrazo de tus brazos,
y sentí como se relajaba mi alma al mecerse junto a
ti,
acunando mi cuerpo
junto al tuyo, y transmitiéndome tu paz.
Hoy busqué y perseguí
el fugitivo beso de tu boca
que se esfuma en la evanescente
noche
buscando el deseo de
unos labios prohibidos
y llegan a encontrar
en silencio mi boca,
para desnudarse de
pasión y dulzura en mis labios,
para sentir las
caricias del eco del silencio recorriendo suavemente
tu piel desnuda de
infinitos...
Ahora que rindo mis
armas ante tu mirada
me desarmas de valor
para rechazarte
y soy preso de tus
locuras,
y esclavo de tus
ardientes torturas
en esta dulce condena
de tu piel y la mía
donde mi boca juega a
conocer tu boca,
y se entremezclan
nuestras salivas para pintarnos
el cuerpo en cada
batalla con los colores de nuestra guerra
en la que yo juego a desearte
y tu juegas a resistirte.
Y así pasamos del juego a la fantasía y del deseo a la realidad,
y descarnados y
sudorosos ante nuestros cuerpos
nos entregamos a la
locura de nuestra imaginación,
y dejamos que ésta
nos guíe por las perversiones
de nuestra mente...
por los castigos
silenciosos de nuestra fantasía...
en los que tu
respiración entrecortada
es el jadeo de mi
alma y el motor de mi inspiración.
Autor: José Sánchez Llamas.
¿Cuántas batallas como ésta deberemos librar para ganar nuestra guerra?
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