LA CARA OCULTA DE UNA LUNA
Conocerte provocó una
maraña de desvelos
encadenados a esa
madrugada que acunó
tu nombre entre mis
labios para mecer
cada una de sus
letras con el abrazo de mi voz,
y aunque en mi reino
de la nada era dueño de todo
quise, a la mañana
siguiente, entre los restos de un café,
tatuar una servilleta
sin más tinta que tu recuerdo
irrumpiendo en mi
universo para surtir de luz
la cara oculta de una
luna que ha vuelto a brillar.
Autor: José Sánchez Llamas.
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