EL CRISOL DE OTRO BLASÓN MALDITO
A lo lejos, suenan
sirenas en el viento
despertando el
descanso de una ciudad dormida,
mientras mi bella
durmiente desmiente
la irrealidad de un
sueño cargado de melancolía…
Así, se pasa las
semanas, acuchillando los días,
increpando a los ecos
que claman por el crisol
de otro blasón
maldito, sucumbiendo al pecado
de otros cuerpos como
el mío…
Aquellas frías noches
de invierno
en las que se
esfumaba el aliento
por la chimenea de
nuestras bocas,
decidí arropar sus
manos
con el calor
tembloroso de las mías
acogiendo su delicado
tacto entre mi piel
quise retenerla entre
mis brazos,
pero era demasiado
tarde para apegarse a mí,
a un extraño conocido
que pasaba por aquí.
A lo lejos, suenan sirenas en el viento
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mientras mi bella durmiente desmiente
la irrealidad de un sueño cargado de melancolía…