UN HOMBRE AHOGADO EN SU PROPIA MELANCOLÍA
Te conocí, y me alejé
de las lágrimas
que volvieron cuando
te marchaste
como un recuerdo
marchito de primavera
en el ocaso de su
otoño,
perecí en el invierno
de olvidarte
mientras me olvidaba
que, aún, te recordaba,
alimentando días
desnutridos
de un calendario, frío
y desconsolado,
congelado por el
tiempo vacío
de mi triste destino
sin ti…
cuando ya era tarde
para recuperar la consciencia,
mis lágrimas quedaron
varadas en la orilla desolada
de mis grises
mejillas como unas sirenas sin rumbo
atraídas por la pena
de un hombre ahogado
en su propia
melancolía.
Autor: José Sánchez Llamas.
Te conocí, y me alejé de las lágrimas
ResponderEliminarque volvieron cuando te marchaste
como un recuerdo marchito de primavera
en el ocaso de su otoño