ENTRE LOS BRAZOS DE OTRA MADRUGADA
Como cada noche,
antes de dormir,
ofreció su nombre a
las estrellas,
y prefirió ser un
loco que habla como un cuerdo
antes que un cuerdo
imitando la voz de un loco,
gritando deshoras al
quejido de otra madrugada,
con la evidente
frecuencia constante
de un cotidiano
delirio voluntario.
Como cada noche, se
entregó a ti,
a la oscura realidad
de tu piel siniestra,
y ofreciéndote su
nombre, este triste loco
murió por ti, entre los
brazos de otra madrugada.
Autor: José Sánchez Llamas.