SALVAJES SIRENAS SEDIENTAS
Quisiera ser tus
brazos firmes y decididos
a ejecutar cada
fantasía,
aplacando tu lado más
humano y carnal,
esa tendencia que me
arroja al barro
y te arranca de mi
costillar
para ser una parte
complementariamente dócil
en manos de tu propio
instinto.
Quisiera ser tus
manos, caprichosas y calientes,
como un titiritero que
mueve los hilos
de cada traviesa
marioneta que te entretiene
y se deleita con el gozo
apasionado de tu entrega
en ese éxtasis,
personal y prohibido, del ser,
de la piel que arropa
tu deseo,
de la voz de tus
suspiros…
Quisiera ser tus dedos, aventureros y rebeldes,
surcando los mares de
tu ambición,
empapándose de ti, de
esa propensión, innata y erógena,
que nutre tus anhelos
como barcos sumidos en una tempestad,
que se enreda en tu
tacto como salvajes sirenas sedientas
de ese mágico delirio,
íntimo y personal,
que devoras y se
alimenta de ti en cada gemido.
Quisiera ser tus dedos, aventureros y rebeldes,
ResponderEliminarsurcando los mares de tu ambición,
empapándose de ti, de esa propensión, innata y erógena,
que nutre tus anhelos como barcos sumidos en una tempestad,
que se enreda en tu tacto como salvajes sirenas sedientas
de ese mágico delirio, íntimo y personal,
que devoras y se alimenta de ti en cada gemido.