HASTA QUE QUIERAS QUERERME
Te puedo esperar en
la eternidad, universal y palpitante,
de una estrella,
sumido en la voracidad devastadora de las lágrimas
por surcar la piel
con su salada caricia triste, como una muestra
de consuelo y piedad
ante tanto vacío que dejas.
Te puedo aguardar en
la luz macilenta y vacilante
de cada farola de
cada calle solitaria
que aguarda iluminar
el camino de tu pasos,
la ruta, firme y
decidida, de cuerpo hacia mi encuentro
buscándome en cada sombra,
en cada átomo de luz
que aloja cada poro
de la piel que habitas, del corazón
que cada vez menos
escuchas, de carne
que ya no pronuncia
mi nombre como antes…
Puedo soportar el agónico tiempo
de una eternidad de
trágico insomnio crónico
repitiendo con mi
silencio tu nombre
al techo de cada cama
que guarde mi espalda del suelo,
que arrope la
angustia de mi desvelo,
este arrebato
insolente de latidos comprimidos
en una prisión de
huesos contra los que se estampan
como olas rompiendo
en abismo de locura inconsolable,
en un delirio de amarte
aunque estés prohibida,
aunque seas ese tabú
para los caprichos de mi instinto…
Puedo persistir tanto
en el sitio elegido
a la hora inesperada
para asaltar tu mente
y colarme en un
pensamiento cíclico
contra el que
intentes combatir y te derrote…
Puedo aguantar tanto
como desees,
hasta que quieras
quererme.
Autor: José Sánchez Llamas.
Puedo aguantar tanto como desees,
ResponderEliminarhasta que quieras quererme.