PROSTITUYENDO LA INSPIRACIÓN
Jamás mi inspiración
se prostituye tanto
como cuando escribo
por encargo,
y se siente
brutalmente violada y forzada
a realizar algo que
la hará sentirse sucia,
y cuyo resultado,
aunque guste a la persona
que lo pidió, hará
que me avergüence
de haber escrito algo
que, sinceramente,
no sentía.
Tal vez, no encuentre
un adjetivo elegante y transgresivo
que describa, con
hechos, esta cicatriz meretriz
de aquello que hago
por complacer, y detesto
en las profundidades
más oscuras de mi ser,
porque considero que
la inspiración debe ser libre,
llegar sin aviso y
sorprendernos, para bien o para mal,
porque, a veces, es
preciosamente triste, otras
apasionadamente
romántica, y siempre es ella
la que me elige a mí.
Por eso, detesto
mancillar el honor de este noble arte
cuando tengo que
forzar y vejar
aquello que amo con
toda mi alma.
Autor: José Sánchez Llamas.
Jamás mi inspiración se prostituye tanto
ResponderEliminarcomo cuando escribo por encargo