ADICTO A CADA LETRA DE SU NOMBRE
Sigo siendo un adicto
a cada letra de su nombre,
aunque cada vez la
piense menos,
pero sé que sus besos
en mi boca
calmaron el veneno de
mil labios,
y a ella le entregué
la rabia contenida
en este pecado sin
virtud
mientras pedía que no
se alejase
como la fugaz
estrella que fue.
A veces, la nombro en
silencio
sólo para recordar
cómo suena su nombre
y la revolución de
sensaciones que me provoca,
cuando el mundo calla
yo la sueño,
cuando el mundo
duerme yo la siento,
cuando el mundo
siente yo la pierdo...
Y mi deseo se escurre
por mis dedos
como caricias de
arena en la playa
de su memoria.
Autor: José Sánchez Llamas.
Sigo siendo un adicto a cada letra de su nombre,
ResponderEliminaraunque cada vez la piense menos,
pero sé que sus besos en mi boca
calmaron el veneno de mil labios,
y a ella le entregué la rabia contenida
en este pecado sin virtud
mientras pedía que no se alejase
como la fugaz estrella que fue.