CUANDO FINGIMOS SER EXTRAÑOS
Aquel recuerdo
divagaba
entre las sombras de
la tarde
que anunciaban la
noche
como heraldos de su
oscuridad,
se perdía en cada uno
de los instantes de
mi pasado,
buscándote de
habitación en habitación
con su poesía silenciosa
y melancólica
que hacía suspirar a
mis labios
y estremecía mi
cuerpo
lamentándose por
aquel error
juvenil de unos
sentimientos
en plena adolescencia
de mediana edad.
Así se fue la tarde,
y aquellas sombras
lo cubrieron todo con
su noche,
descolgando la luna y
destapando la estrellas
de su manto de diario
que me hace evocarte en cada trémulo palpitar
de locura que
despunta en la oscuridad de mi noche,
en el insomnio de mis
sueños velados por tu imagen,
en el fantasma
visible de la sombra que fui
deformada por los
años,
en cada bofetada de
realidad que me dan los días
cuando sin querer nos
cruzamos
y fingimos ser
extraños.
Autor: José Sánchez Llamas.
Así se fue la tarde, y aquellas sombras
ResponderEliminarlo cubrieron todo con su noche,
descolgando la luna y destapando la estrellas
de su manto de diario
que me hace evocarte en cada trémulo palpitar
de locura que despunta en la oscuridad de mi noche,
en el insomnio de mis sueños velados por tu imagen,
en el fantasma visible de la sombra que fui
deformada por los años,
en cada bofetada de realidad que me dan los días
cuando sin querer nos cruzamos
y fingimos ser extraños.