UN HUÉRFANO BASTÓN
Pese al gris invierno
de su cabello,
su mirada fue una
mariposa azul
sobrevolando con
ternura el ocaso
de todas sus
primaveras, y en su piel
guardó la marca del
tiempo que se le escapaba
como muescas de una
existencia combativa.
Hoy me rindo a la fe
sus manos, a esos paseos
prendida de mi brazo
y al huérfano bastón
que todavía la
extraña, acompañando
las lágrimas de un
autor recordando a su abuela.
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