LA PUERTA DE SUS OJOS
Me entregó su mirada
y pude abrir
la puerta de sus ojos
para contemplar
un infinito manantial
azul de vida,
mientras su pelo era
un velo que dibujaba
partituras en las que
poder danzar con el viento
como vuelan los niños
en la tierna libertad
de un abrazo.
Desde entonces, soy
aquel que prefiere
vivir de los sueños
soñando
que vivió una vida
feliz.
Autor: José Sánchez Llamas.
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