LA RAZÓN DE MI TODO
Ella siempre me
recordaba
desde la lejana
fragilidad de un recuerdo
que su realidad
quebrantaba, sin piedad,
con la tiranía
autoritaria de dominarla,
para que me
desvaneciera de su mundo.
Supongo que, al final
el tiempo nos ganó la guerra,
y me dejó solo y
herido de existencia,
para que pueda
extrañarla
hasta mi último
aliento.
Autor: José Sánchez Llamas.
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