DONDE SE CITAN NUESTRAS ALMAS

DONDE SE CITAN NUESTRAS ALMAS

Perdí la noción de mi estado

hasta encontrarnos en un verso

que conectó tu voz a mis palabras,

y en un instante de silencio,

separados en el tiempo,

ambos suspiramos

al llegar a esa parte

en la que el folio hace de espejo

y nos refleja la expresión de un anhelo.

Ahí mimé el trazo de mi letra,

legiblemente selectiva,

perversamente directa,

para desarmar las escasas defensas

que guardas al leerme,

en el momento y lugar,

donde se citan nuestras almas.

Autor: José Sánchez Llamas.

SUSPICAZMENTE TERRIBLE

SUSPICAZMENTE TERRIBLE

Tus manos patrullan por mi piel

dejando su estela sensitivamente sensible a sentirte,

sensualmente sublime, suspicazmente terrible,

como una despreocupada demente indolente

que se enfrenta a mi valiente voluntad de resistir,

lo suficiente, para parecer un digno rival que acompañe

cada sutil gesto que me entrega tu encanto,

desafiando cualquier barrida propia del instinto

que sucumbe siempre a la tentación

de mi cuerpo y tus caricias, de la piel y su contacto delicado,

elegante y voraz, condenadamente dulce

que nutre mi vida de ti. 

Autor: José Sánchez Llamas.

TE ESCOGÍ A TI PARA QUE, TÚ, DECIDIERAS ELEGIRME

TE ESCOGÍ A TI PARA QUE, TÚ, DECIDIERAS ELEGIRME

Te escogí a ti para que, tú, decidieras elegirme,

mientras mis labios buscaban descifrar tu nombre

para poder repetirlo, sin descanso, con mi aliento acariciando

cada letra que lo forma al pronunciarlo en un susurro.

Te escogí a ti para que, tú, decidieras elegirme,

aunque jamás quise que fueses mía,

porque entiendo que sólo debes ser tuya,

y debo respetar cada uno de tus momentos contigo,

en los que te hablas y sobre todo reflexionas.

Te escogí a ti para que, tú, decidieras elegirme,

y me dieras la oportunidad de cuidarte

como otros jamás supieron y siempre soñaste,

mientras mecías ilusiones disfrazadas de amor volátil

que se difuminaban con los días pintando de rutina

los labios que tanto creías querer.

Te escogí a ti para que, tú, decidieras elegirme,

compartiendo está irreverente locura

que me llevó a amarte sin conocerte.

Autor: José Sánchez Llamas.

DISTANTEMENTE EXTRAÑOS

DISTANTEMENTE EXTRAÑOS

Rompí el cristal que me impedía

acariciar mi última madrugada,

y me escondí con el instinto nervioso

de quién espera llegar a la luna

con su infinito séquito de estrellas,

colgadas de un horizonte lóbrego

como muestra de una esperanza.

Arropado por la muda voz de mi sombra

intenté rozar el perfil brillante de aquella noche,

sin más palabras que las del silencio

que separaba el tacto de mi mano

y la luz que hipnotizaba mi vigilia.

Así fue, como sucedió  la despedida

de dos amantes distantemente extraños,

que manifestaron su locura mostrando

el tácito lenguaje que los unió.

Autor: José Sánchez Llamas.

EL PLENILUNIO DE MI DESTIERRO

EL PLENILUNIO DE MI DESTIERRO

Aullando tristeza en el plenilunio de mi destierro

te llama la voz de mi locura desafiando tempestades,

y continúo pecando cada vez que repito tu nombre

libreando a mis labios de su silencio carcelero,

perdiendo batallas de soledad y tiempo,

abatido por la voz de tu recuerdo y mis demonios.

Autor: José Sánchez Llamas.

PAUSADAMENTE PERPETUA

PAUSADAMENTE PERPETUA

Cruel correduría de la sangre por mis venas

que te respira en el corazón

para conectarte a mis sentidos,

y expandirte por mi cuerpo

multiplicando por lo eterno

estas infinitas ganas de ti,

de beberte lenta, probarte en mis labios

y saborear el néctar salado de tu piel,

degustando el placer del instinto

mientras intento saciar

esta infinita codicia inagotable

de tenerte conmigo en un impasse de locura

que me lleve a devorarte  pausadamente perpetua.

Autor: José Sánchez Llamas.

DISCRETAMENTE DIRECTA

DISCRETAMENTE DIRECTA

Vuelvo a suicidarme frente a un folio,

como único testigo mudo de mi voz,

sobre el que poder vomitar la furia maldita

de mi tinta que se desangra frente a ti

como prueba de un homicidio por el que culpan

a las musas de mi delirante locura, directamente discreta,

ingenuamente comedida e inocente, culpable de amarte

de forma discretamente directa, como un artificio

de oficio no remunerado en el que trasgrede mi voluntad

de escogerte como último pensamiento,

locuazmente voraz, que desgarra cualquier instinto

y me lanza frente a ti tras el triste matiz

de esta máscara de papel y letras,

sobre la que escondo mis cicatrices

mostrando aquellas que sentiste como propias.

Autor: José Sánchez Llamas.

PARA DESCOLGAR UNA LUNA

PARA DESCOLGAR UNA LUNA

Atraviesa mi voz la bruma, acariciando

suavemente su densidad frágil,

para avanzar más allá de la cornisa del mundo,

escalando partes del cielo que se desgarran

como jirones de un sueño olvidado,

perdido en la memoria de los hombres.

Trepando madrugadas despojo a mis noches

de luz para descolgar una luna que ilumine tu oscuridad,

para desnudar a mis tinieblas de estrellas

y ofrecerte un firmamento de esperanza…

Siente como el calor de mis palabras

se abre paso, cada noche, entre la niebla

para buscarte en el vacío de la soledad

que te rodea escondida entre la gente.

Acoge mis palabras como heraldos

que anuncian mi presencia

cuando necesites encontrarme,

porque soy de esos

a los que todavía le importas.

Autor: José Sánchez Llamas.

¿VICTORIA O DERROTA?

¿VICTORIA O DERROTA?

Me cuesta decidir si el resultado final

de mis textos es una victoria o una derrota,

porque mientras lo escribo soy derrotado

por los sentimientos, y me dejo llevar en esa espiral

sensitiva como un objeto que termina lastimado,

por mucho que intente haber pasado página

se habrá contaminado, en parte, de aquello

que era mientras lo redactaba,

de esa fragilidad a la exponía mi pecho

para contemplar las heridas de mi figura desfigurada

sin coraza alguna, puesto que, soy yo,

el bajo firmante, el esclavo de estas palabras

cuyo valor autobiográfico desmentiré.

Ése será mi antifaz, la armadura

que viste el cuerpo que, hoy, te habla,

con la piel cubierta de invisibles cicatrices,

como muescas latentes de la debilidad de mi carne.

Por otra parte, tú, puedes pensar que es un gran texto,

una victoria…

para mí no es más que otra derrota.

Autor: José Sánchez Llamas.

LACERANDO COTIDIANIDAD

LACERANDO COTIDIANIDAD

Existen esos días en los que el asiento se vuelve incomodo

y la pantalla gigantesca, palpitando,

como una negra estrella sobre un cielo blanco

esperando esa pulsión que me que me empuje

a componer sobre el inmaculado cielo

un texto que se va descolgando, verso a verso,

hasta darle forma al silencio que, sólo yo,

escucho mientras te escribo, mientras me detengo

a comprobar el hilo de lo que trato de expresar

y retomo la maldita sensación de extrañarte,

de hacerme daño recordándote

para exprimir hasta la última gota de tinta

por la que mi corazón te sangra sin heridas visibles.

Lacerando cotidianidad derramo esta soledad

sobre tu ausencia en mis horas yermas,

invadido por todo ese mudo dolor

que me hace apretar los dientes y escribirte…

letra a letra, como el único recurso

que le queda a esta compungida alma

que todavía te espera.

Autor: José Sánchez Llamas.

NO TENGO OTRA RELIGIÓN MÁS QUE TÚ

NO TENGO OTRA RELIGIÓN MÁS QUE TÚ

Por adorar la mágica herejía de tu boca

sueño con profanar tus labios y unirlos a los míos,

fijados en un instantáneo beso eterno

que capture nuestra piel en una catarsis

místicamente atea, que me obligue

a venerarte mientras te admiro

en un intervalo de mi fe más pura en ti.

No tengo otra religión más que tú,

porque vivo creyendo que existes

tras la frontera de este folio,

allí donde callan mis palabras

para ser escuchadas con tu voz.

Autor: José Sánchez Llamas.

MI ÚNICA PATRIA

MI ÚNICA PATRIA

Con el tiempo te has convertido en mi única patria,

aquella por la que combato, cada día,

arrancando palabras al silencio

para situarlas sobre un verso,

y poderte crear un pentagrama melódico

que acaricie con tu voz tu lado más íntimo.

Aquel, al sólo permites el acceso vigilado

en momentos frágiles, en esos instantes

en los que te acompaña la soledad y la tristeza.

Ésos momentos frágiles en los que buscas un apoyo,

y aparezco desde mi trinchera para intentar rescatarte

de las garras del dolor que sólo tú conoces…

Deja que el viento seque tus lágrimas

y jamás te avergüences de haber llorado,

de haber luchado y haber sufrido,

porque nunca existió nadie que no sintiera

el trayecto de una pena recorriendo sus mejillas.

Por ti, sigo combatiendo contra mí mismo,

derrotando demonios, rompiendo estilos,

y acallando voces de viejos fantasmas,

porque tú, eres mi desconocida inquietud,

eres la excusa de todas mis razones,

eres la poesía de un verso.

Autor: José Sánchez Llamas.

EL IMPERIO DE UN SUEÑO

EL IMPERIO DE UN SUEÑO

Quizás, el amor no sea más que el imperio de un sueño

repartido en un millón de extremidades diseminadas en el cuerpo,

conectadas a los sentidos más innatos de nuestro ser,

capaces de detonarse en el instante más inesperado

como una mezcla inestable de cuerda locura

que nos hace acariciar las nubes desde el suelo

y poder sentir su brisa espesa entre nuestros dedos.

Tal vez, tú y yo, nos equivocamos de cielo,

y nos encontramos por el suelo intentando alcanzar

nubes imposibles como remitentes desconocidos

de un sueño tan común…

Autor: José Sánchez Llamas.

RECORDANDO CÓMO SE OLVIDA

RECORDANDO CÓMO SE OLVIDA

Hoy, recordé un verso de un poema olvidado

que narraba la historia de un amor imposible,

olvidé que te había olvidado recordando

el sentido de aquellas palabras,

y en aquel instante mínimo volviste a ser mía

para que mi mente recordara, después,

que debías marcharte de ella.

Autor: José Sánchez Llamas.

LA UTÓPICA INMORTALIDAD DE UN INSTANTE

LA UTÓPICA INMORTALIDAD DE UN INSTANTE

Pido a esta calma unos pensamientos

en memoria del olvido, recordando

un pasado presente que diluye mi futuro,

que me obliga a reinventarte

rescatando tu imagen de las sombras

de cada penumbra que juega a imitar

mi desolada realidad.

Pido tiempo…

a la utópica inmortalidad de un instante,

para abatir viejos fantasmas

que se acuerdan de atormentarme

abordando mi mente con su rutinaria cotidianidad,

mientras se cubre de canas esta piel que tanto te amó,

y te vive, y te sueña…

Pido, y pido…
egoístamente ególatra, esta compulsiva acción

de ocupar mi vida recordándote.

Autor: José Sánchez Llamas.