SOÑANDO, SIEMPRE, EL MISMO SUEÑO QUE
OLVIDASTE
Me emborracho cada
noche recordando
la aventura romántica
de amarnos,
sintiendo cómo quema,
aún, el fuego
de tus caricias que
no logro apagar
ni con distancia ni
olvido.
Y aún sabiendo que,
hoy, tus manos
se deslizan sinuosas
por la piel de otro cuerpo
explorando sus
sentidos
me odio y bebo para odiarme menos que a ti.
Aunque el alcohol de
otra copa y la siguiente
no son el mejor
remedio para alejarte,
ni dejar de estar tan
ebriamente enamorado de ti
termino, siempre,
durmiendo en la misma cama solitaria
que una vez
acompañaste
soñando, siempre, el
mismo sueño que olvidaste.
Autor: José Sánchez Llamas.
Me emborracho cada noche recordando
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