BRAMIDOS DE SILENCIO
Desde que te fuiste
el rugido del tiempo
sólo escupe bramidos
de silencio
que golpean en plena
tempestad de ausencia
frente al eco que los
recuerdos
arrastran a la orilla
solitaria de nuestra playa.
Así, se desdibuja un
amor que se aleja
ondeando su dolor
como el heraldo
siniestro y cruel que
anuncia su pérdida.
Entonces... sólo
queda vacío,
un hueco infinito que
intento llenar con la arena
que marca el curso de
mi vida,
mientras siento cómo
te alejas y dueles
entre tanto silencio
que no me atrevo a romper
por miedo a admitir que,
aún,
te amo y te siento.
Autor: José Sánchez Llamas.
Desde que te fuiste el rugido del tiempo
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