MILLONES DE FRACASOS
Mis palabras son algo
más que una melodía discordante
de mi voz en tus
labios, contienen la caricia
precisa de aliento para
pasear
por el balcón de tu
boca
y arrojarse al mundo.
Mis palabras tiemblan
cuando me sientes herido,
sonríen si me sabes
dichoso,
duelen cuando
compartimos vivencias,
porque, sólo tú, me
haces inmortal
eternizando mi
mensaje,
recordándome,
saboreándome en cada lectura,
devorándome a
deshoras,
viviéndome...
para luego olvidarme,
odiarme por un tiempo,
criticarme cuando
estoy desacertado,
alejándote para luego
volver...
y volver a revivirme
con cada lectura
apasionada,
desgarradora, cruel, bohemia,
nefasta, caótica,
paupérrima, triste y gris...
Al final, poco
importa mi valoración,
porque quien debe
sacar conclusiones, realmente,
eres tú.
Autor: José Sánchez Llamas.
Al final, poco importa mi valoración,
ResponderEliminarporque quien debe sacar conclusiones, realmente,
eres tú.