TE ENCONTRÉ ALOJADA EN UN NOMBRE
Te encontré alojada
en un nombre,
ubicada en un cuerpo,
víctima de un suspiro
peregrino de tiempo
que languidece y se
marchita
como las hojas del
otoño.
Te encontré en unos
ojos de mirada limpia,
en la sonrisa
indeleble de tus labios,
cenicienta de tus
noches
en las que me sueñas
para olvidarme
mientras te siento.
Te encontré en unos ojos de mirada limpia,
ResponderEliminaren la sonrisa indeleble de tus labios