EL CRISOL DE MI BOCA
Apaga el fuego de mi
boca asfixiando mi lengua con la tuya,
y vivamos en la
inmortalidad efímera de nuestros labios
con cada beso preso
del éxtasis apasionado,
fugaz y pasajero, de
un loco delirio travieso
que pervierte la
cordura de nuestra compostura
para convertirnos en
frágiles esclavos del deseo.
No busques más el
crisol de mi boca,
ni te pierdas entre
mis labios
aunque éstos
pronuncien tu nombre
para provocar tu
sensualidad más extrema.
porque si lo haces...
Jamás podré dejarte
marchar.
Apaga el fuego de mi boca asfixiando mi lengua con la tuya,
ResponderEliminary vivamos en la inmortalidad efímera de nuestros labios
con cada beso...