SEVERA COLISIÓN
Ta vez, ya no cubro
el contorno suave y delicado
de sus mejillas con
la caricia de mi rostro
descuidado por el sol
y sin afeitar.
Puede que sus labios
extrañen
el abrupto choque de
trenes que se producía
cuando juntábamos nuestras
bocas
y la piel nos ofrecía como resultado
de esa severa
colisión un beso.
Autor: José Sánchez Llamas.
Ta vez, ya no cubro el contorno suave y delicado
ResponderEliminarde sus mejillas con la caricia de mi rostro
descuidado por el sol y sin afeitar.