PRECISAMENTE PELIGROSA
Todavía hay noches en
las que te busco,
en las que te
recuerdo precisamente peligrosa,
como un zarpazo que
desgarra mi presente
en jirones de pasado, y te siento devorar mi alma
siendo una víctima
más entre tus labios
sin más sangre en tu
boca que nuestra saliva,
y cuando me quise dar
cuenta, era tarde para despertar.
Vino tu oxígeno a mí
para respirarme,
para alojarme un
instante en tu pecho,
para llevarme a tu
corazón y depurarme,
para devolverme a tu
pecho y, entre dudas,
exhalarme, alejándome
de ti con la certeza
de que no fui otra
cosa más que aire en tu vida,
algo tan fugaz y efímero
como un suspiro.