NADA DE LO QUE FUIMOS
Languidecían mis
dedos
cuando se despedían
de sus manos
y se susurraban lentas
caricias
para evitar un final
que ninguno de los
protagonistas deseaba.
Conmigo partieron los
besos que guardo
para no darte jamás,
contigo se alejó el
último de mis latidos
desterrando un
sentimiento irrepetible.
No sé si llegaré a
amar a alguien como te he amado a ti,
no sé, siquiera, si
volveré a enamorarme,
si volveré a sentir
esta ilusión caprichosa del destino
que nos hizo darlo
todo
hasta no dejar nada
de lo que fuimos.
Languidecían mis dedos
ResponderEliminarcuando se despedían de sus manos
y se susurraban lentas caricias
para evitar un final
que ninguno de los protagonistas deseaba.