FUNERAL DE MI PASADO
No hay mayor verdugo
para la palabra que el silencio,
ni mejor sicario para
el silencio que el olvido,
pero para el olvido
no hay peor condena que el tiempo,
y esa, es la tortura
que sufre un corazón al romperse,
cuya palabra sólo
encuentra silencio,
y su silencio sólo encuentra
olvido con el tiempo,
desterrando cualquier
esperanza de volver a sentir,
alejando de sí sus
ganas de enamorarse y borrando las huellas
para que nadie pueda seguir su rastro.
Pero no existe el
crimen perfecto,
ni el funeral sin ataúd
ni tumba,
y hasta que no
aprendemos a enterrar
y aceptar nuestro
pasado
no podremos vivir
nuestro presente,
ni podrán despertar
de su marchito letargo
nuestras ganas de
estar abiertos al mundo del amor,
y dejarnos llevar
como títeres de un escenario viviente y latente
bajo la atenta mirada
de quién vigila nuestros pasos,
expectante, a la
espera de un definitivo e irrevocable final,
y ese único espectador
interesado es el tiempo.
No hay mayor verdugo para la palabra que el silencio,
ResponderEliminarni mejor sicario para el silencio que el olvido,
pero para el olvido no hay peor condena que el tiempo,
y esa, es la tortura que sufre un corazón al romperse,
cuya palabra sólo encuentra silencio,
y su silencio sólo encuentra olvido con el tiempo