VUELTA
AL INFIERNO
Contemplando
la lluvia veo como se lleva el viento
Las
hojas de una primavera que se marchita,
Y
es cuando observo afligido tu rostro
Reflejado
en el cristal.
Maldita
ilusión irreal…
Que
me tortura con tu apariencia angelical
A
cambio de contemplarte, te he entregado mi alma mortal.
Tan
prendado de ti quede que a cambio de un suspiro desvanecí…
Al
despertar vi la tenebrosa realidad,
No
eras tú… el diablo me torturó con tu imagen
celestial,
Y
ahora me hayo entre lamentos, quejidos, y sollozos inconsolables…
Rodeado
por este fuego fatuo Caronte me saluda a lo lejos
Reclamándome
el pago por haberme llevado allí,
Pero
mi única posesión es tu recuerdo,
Niña...
niña... niña...
Tu
nombre es la única palabra que mis labios
Son
capaces de pronunciar en este mundo infernal,
Acorralado
entre las sombras de demonios errantes del frío averno
Mi
voz se escapa del pecho en forma de grito
Niña...
niña...
A
lo lejos puedo ver como se aleja mi alma por el río Lethe
Pidiendo
auxilio…
Niña...
Aprieto
los dientes, trato de alcanzarla…
Corro
desbocado sintiendo este torrente inmenso de pasión por ti,
Dejándome
llevar por él voy abriéndome camino entre las criaturas
Que
habitan en las tinieblas de este fúnebre mundo.
Lanzando
suspiros a un viento en contra
Me
acechan seres deformes, siluetas extrañas…
El
pánico miedoso a no volver a verte,
Niña...
niña... niña...
Y
sigo corriendo luchando por mi alma que
sólo desea estar a tu lado,
Desgarrando
crueles ilusiones diabólicas,
Me
lanzo, sin saber nadar, al Lethe a por ella
Niña...
niña...
¿Qué
estarán viendo tus ojos en este instante?
De
repente, me aferro para morir con ella,
Porque
no quiero existir sin ti,
Cuando
a lo lejos se rompe el techo,
Y
una mano se prende sobre mí…
Anestesiado
de incertidumbres y miedos
Siento
un cálido beso que se desliza en mis labios,
Ese
beso es el tuyo…
Niña...
Autor: José Sánchez Llamas.