CONTANDO CUENTOS A UNA LUNA
En la soledad de cada
noche y el silencio de este cuarto,
ofrecí mi voz para
contarle cuentos a una luna
que no se alejara al
despertar para regresar a su universo,
y en la estrofa
olvidada de uno de mis versos
pude comprender que
ella jamás se alejó de mí.
Era mi mundo el que
giraba, mi vida la que continuaba,
y en mis sueños donde
me olvidaba.
Ahora, sé que no
puedo combatir la física del tiempo
deteniendo el tierno
instante en el que le hablo
y siento que ella me
escucha, mientras mece
con su serena
presencia la agonía de mis días.
Autor: José Sánchez Llamas.
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