NARCÓTICO DOLOR ANECDÓTICO
Como cada día, yo,
venía a trabajar
en mi rutina
cotidiana de escribirte,
pero, aquel día, algo
cambió…
dejé de sentirte como
una monótona rutina triste,
como una balada sin
voz que acaricia el alma
con cada despedida…
dejé de bailar entre
el eco de tu nombre,
mientras se apagaba
en mí el rugido
que ya no te grito en
silencio,
pero será mejor para
los dos,
que pasemos de este impasse
devastador de
melancolía destilada
a cuenta gotas
como un narcótico
dolor anecdótico
de nuestro adiós.
Autor: José Sánchez Llamas.
pero será mejor para los dos,
ResponderEliminarque pasemos de este impasse
devastador de melancolía destilada
a cuenta gotas
como un narcótico dolor anecdótico
de nuestro adiós.