LA BRISA QUE MECE CADA OLA
Hace tiempo que no te
escribo ausencias de un anhelo
que se esfuman de tu
boca, y su suspiro vuela libre
por el incansable viento
que recorre la inmensidad…
el mar, a su paso,
quiere puntualizar su tacto
para sentir tu suave brisa
meciendo cada ola.
Sin embargo, a mí me
tocó, hoy,
ser la roca que
aguanta las embestidas
de un mar embravecido,
furioso por las fronteras
que pone límites a la
tierra, que lo alejan de ti,
que te acercan a mí,
aunque intentes alejarte
de todo aquello que
firme con mi nombre.
Autor: José Sánchez Llamas.