UNA VIDA PARA ENCONTRARTE
Viví en un sueño de
irrealidad lenta y plata
sin el valor de mis
días y con el coraje de mis noches,
aullando fantasías al
oasis de una luna inexistente
cuyo delirio
enloqueció mi sed saciando mi deseo,
y en esta locura de
soñar te encontré
sin saber si
realmente existes,
con el miedo mentiroso
de las ilusiones te sonreía
desde la distancia
irreverente
que podía atravesar
el calor de un suspiro
y desde nuestra
invisible barrera de tiempo
acaricié tu piel para
olvidar tu tacto al despertar...
A la noche siguiente
volví a dormir,
pero aquella noche no
conseguí soñar...
en mi mente seguía
anclado aquel sueño
que naufragó junto a
las orillas de mi imaginación.
Todavía, aquella
quimera utópica continúa tatuada
en mi piel con la
tinta invisible de la esperanza
que guardan aquellos
dedos que te olvidaron,
aquella piel que te inventó para nunca olvidar
que tengo toda una
vida para encontrarte.