BESOS DE CHOCOLATE Y CARAMELO
Me despedí de la
infancia para no recordar
como jugábamos a
enamorarnos,
para olvidar como construíamos
besos
de chocolate y
caramelo.
Dejé de moldear
sueños de arcilla y escayola
para que mi tacto se
olvidase de tu piel,
y los años fueron
pasando...
y crecimos...
Todavía hoy mis
labios te nombran
con aquella inocente timidez
de niño,
y continuo siendo
adicto al caramelo y chocolate,
porque me es
imposible olvidar el sabor de mi primer beso.
Todavía hoy, sigo
soñando que soy un alfarero de caricias
que moldea tu cuerpo
y sueña con darle vida.
Autor: José Sánchez Llamas.